El Punk, ese picor vital que ni se crea ni se destruye, se va
derramando en nuestras vidas como un charco de aceite de motor, negro y
viscoso. Pero como somos limpios y aseados, lo recogemos y os lo
servimos frío en este nuevo web-zine
que hemos pertreñado con nuevos compinches, y donde podréis encontrar
todo lo que concierne a nuestras vidas y milagros. Si sabéis lo que os
conviene, dejaros caer por allí, y disfrutad de vuestro minuto de
gloria.
Y no, por el momento, seguimos sin regresar a
las ondas hertzianas. Algunas cosas deben permanecer muertas para vivir
eternamente en vuestros corazones.